marzo 29, 2024 8:02 am

FOTO: RUBEN FIGUEROA:

TAL CUAL

SOLALINDE BENDICE MURO MIGRATORIO MILITAR DE MEXICO

En julio del 2018, apenas había ganado las elecciones el actual presidente Andrés Manuel López Obrador y ya se definía cuál sería la línea y la política respecto a la migración. Cuánta razón tenía el entonces virtual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, quien dijo que el proyecto en marcha era crear una “fuerza policíaca altamente especializada” -entre cuyas prerrogativas estaría impedir que migrantes indocumentados y traficantes de personas crucen por México-.

La propuesta causo polémica pues se trataba de una especie de Policía Migratoria. Ante las críticas de organizaciones de derechos humanos y de defensa de migrantes, Durazo reculó al señalar días después que “no hay ningún proyecto para que eventuales policías detengan migrantes”.

Sin embargo, en los hechos en el diseño de la Guardia Nacional era un traje a la medida para complacer a Donald Trump y sus presiones para que México construyera un muro migratorio militar que frenara a los centroamericanos, sudamericanos, caribeños y africanos que estaban cruzando por México vía caravanas o de manera aislada por las rutas como el tren conocido como “La Bestia” o llevados por “coyotes” hacia la frontera norte.

El diario estadunidense New York Times publicó el junio de este 2019. “El despliegue de la Guardia Nacional es parte de un acuerdo entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el de su homólogo estadounidense, Donald Trump, pensado para evitar la imposición potencialmente devastadora de aranceles a los productos mexicanos”.

Más de 15 mil flamantes marinos, policías federales, soldados y nuevos reclutas dieron un vuelco a la política migratoria mexicana y se convirtieron en este 2019 en la primera generación de virtuales “policías migratorios”, vía la Guardia Nacional, dedicados lo mismo en la frontera sur de Chiapas que en Ciudad Juárez o cualquier ruta o carretera a inhibir, hostigar, detener y deportar lo mismo a mujeres, niños, jóvenes y adultos.

Incluso la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denunció que la Guardia Nacional se ha convertido en un “muro humano” contra los migrantes que pretenden llegar a la frontera norte.

José Guadalupe Torres Campos, Obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, expuso ante 130 directores de albergues de migrantes la grave situación y hostigamiento militar hacia los centroamericanos que imploran se les facilite un salvoconducto para poder continuar su camino y son ignorados.

Esta semana el padre Alejandro Solalinde, aún director del Albergue Hermanos del Camino, en una entrevista reproducida por la Revista Proceso, defendió la utilización de la Guardia Nacional en contra de los migrantes y dijo que la prioridad es que no “sigan ocasionado un problema internacional” entre los gobiernos de México y Estados Unidos por el cruce masivo por nuestro país de las caravanas migrantes.

En los hechos. Durazo reveló desde julio del 2018 la intención de un muro policiaco o militar contra los migrantes que ya estaba diseñado desde antes de iniciar el Gobierno de la Cuarta Transformación, sólo que Donald Trump presionó y evidenció el acuerdo de la Border Patrol Mexicana y Solalinde sólo le dio su bendición. Tal Cual.

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