abril 20, 2024 7:18 am

The Exodo/Luis Carlos Rodríguez González

Desde la Penitenciaria de Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México, un grupo de presos parodian al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, critican sus políticas racistas y el muro fronterizo que pretende construir para frenar aún más la migración de mexicanos y centroamericanos hacia esa nación.

Cada fin de semana, en el auditorio de esta cárcel mexicana, una veintena de actores-presos, escenifican con pocos recursos la obra “Xolomeo y Pitbulienta” que es la historia de un perro mexicano, xoloitzcuintle, que deja a su familia en México y cruza la frontera norte enfrentando los peligros de la deportación, la traición de los “coyotes” o traficantes y el riesgo de morir ahogado en el Río Bravo.

Cuando llega a Estados Unidos se enamora en una fiesta de Pitbulienta, una pitbull americana, que en la trama es hija de Donald Trump. Ahí escenifican una historia de amor basada en Romeo y Julieta de William Shakespeare.

Xolomeo, quien está orgullo de su ascendencia y raza mexicana, junto con otro perro indocumentado y su tío, enfrentan las redadas y persecuciones que ordena Donald Trump a quien los actores-presos mexicanos llaman “Bad Man”.

Con butacas móviles, que son jaladas por otro grupo de presos, un gran mapa en la pared que expone con tinta roja la frontera entre los dos países, así como con la presencia de Alex Lora, líder de la banda de rock “El Tri”, se festejó el 10 aniversario de Teatro Penitenciario, en esta ocasión con la obra “Xolomeo y Pitbulienta”.

La obra también aborda el tema el tráfico de personas entre México y Estados Unidos, las bandas de polleros o coyotes, los nulos y mal pagados empleos en México y la discriminación que prevalece hacia los mexicanos en el vecino país del norte.

Con fuertes medidas de seguridad, aduanas y la vigilancia férrea de custodios, los actores y directores de la obra escenifican una parodia y critica al gobierno de Donald Trump y lanzan tal vez desde uno de los lugares más sórdidos, vigilados y deprimentes de México un grito en favor de los migrantes: No al Muro.

La directora del Foro Shakespeare e impulsora del Teatro Penitenciario, Itari Marta, comentó que es un reto montar este tipo de espectáculos al interior de un penal ya que además de las estricticas medidas de vigilancia tienen que ver si al protagonista de la obra no lo transfirieron a otra cárcel, si están remodelando el centro penitenciario, si los presos están deprimidos o cansados.

www.theexodo.com

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