marzo 28, 2024 2:53 pm

The Exodo/José Guadalupe Rocha Esparza

Activistas, forenses y criminólogas empíricas que rascan en fosas clandestinas, baldíos y barrancas con sus manos y palas improvisadas en busca de algún indicio que les diga dónde quedaron sus hijos, convertidas en abogadas sin título que reclaman ante la burocracia de la PGR o ante cualquier procuraduría estatal. Son las madres de los desaparecidos en México.

Lo mismo en Veracruz, que en Guerrero, en Jalisco, que en Tamaulipas, en Morelos, el Estado de México, Nuevo León o Sinaloa, son por mencionar algunos estados de toda la geografía nacional convertida en una gran fosa común donde el crimen y la impunidad son el común denominador de un Estado fallido, donde ni siquiera hay certeza de dónde quedaron los “levantados”, secuestrados, desaparecidos, lo mismo por policías al servicio de criminales que por los grupos del narcotráfico.

México suma 34 mil 268 personas desaparecidas desde que empezó el sexenio de Enrique Peña Nieto y hasta al 30 de abril de 2018, de las cuales 16 mil 594 son menores de 29 años como Óscar Antonio López Enamorado, desaparecido desde el 19 de enero del 2010.

Y Jalisco, el tercer estado de la República con mayor cifra de personas “no localizadas” equivalente a 3 mil 060 desapariciones como Óscar Antonio.

Ningún desaparecido es más importante que otro; pero para mí Óscar Antonio sí es el caso más visible porque conozco personalmente a su madre.

El caso de Óscar Antonio indigna y subleva. Mientras que a los criminales sólo les estremece perder plazas en su territorio, a los candidatos presidenciales perder puntos en las encuestas. La impunidad criminal y la pusilanimidad política hacen fiesta de la tragedia, danzando al calor del fuego, mientras cocinan vida de Óscar Antonio y el voto de Ana.

Óscar Antonio López Enamorado, migrante, salió de San Pedro Sula, Honduras en los primeros días de 2008. Quería juntar un dinero para volver y estudiar leyes. Creyó en el fallido “sueño mexicano” y llegó a Jalisco, donde en 2010 desapareció sin dejar rastro. Esta semana cumplirá 26 años de edad.

Transcribo textualmente las palabras de Ana Enamorado:

“Se acerca el cumpleaños de mi hijo este 10 de mayo, la fecha más difícil de mi vida. Más de diez años sin poder festejar ese día tan especial. Cómo olvidar cuando te tomé en mis brazos por primera vez. Cómo olvidar tus caricias, tus sonrisas, tus primeros pasitos. Cómo olvidar cuando por primera vez me dijiste “Mamá”.

“Cuando salíamos a pasear juntos y la gente pensaba que eras mi hermanito porque me veían muy joven para ser tu mami, pero nos sentíamos tan orgullosos y afortunados de tenernos.

Planeábamos nuestra vida juntos. Recuerdo cuando me decías que nunca me ibas a dejar sola; que cuando terminaras tu carrera universitaria te casarías, pero que no me dejarías sola”.

“Ahora te busco, hijo amado. Se perdieron esos sueños, esas metas que teníamos juntos. Me dejaste sola porque alguien que no tiene corazón así lo decidió, te arrebataron de mi lado y mi vida se fue contigo”.

“Te amo, mi niño. Y no me cansaré de buscarte hasta saber la verdad, así tenga que dar mi vida. Total, estoy muerta en vida por tu desaparición. Mi Óscar, mi amado hijo”.

Ante el dolor de Ana… ¡Despertemos! www.theexodo.com

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