marzo 29, 2024 12:22 pm

Luis Carlos Rodríguez/The Éxodo

El discurso antiinmigrante de Donald Trump les da argumentos, respaldo, aval. Saben que destruir ayuda humanitaria como agua y alimentos, lo que provoca un mayor número de muertes de migrantes mexicanos y centroamericanos, es aceptado y aplaudido, tal vez premiado, por el Gobierno de Estados Unidos.

Aún no hay un nuevo muro, pero la Border Patrol radicalizó sus acciones en contra de los migrantes. Si bien desde hace años destruyen bidones de agua e incluso han llegado a contaminar comida, en los últimos meses esas acciones se han fortalecido.

Destruir ayuda humanitaria se ha convertido en una táctica de la Border Patrol -Patrulla Fronteriza- quien ya no sólo utiliza drones, helicópteros, camionetas todo terreno, perros y tecnología de guerra para impedir el paso de los migrantes, advierten defensores de derechos humanos.

Hace unos días organizaciones de ayuda a migrantes como No Más Muertes (No More Deaths) denunciaron y publicaron un video donde en el desierto de Arizona, el llamado embudo de la muerte para los migrantes, destruyen los bidones o galones de agua que ese grupo humanitario deja semanalmente para ayudar a sobrevivir a mexicanos y centroamericanos que cruzan la frontera entre los dos países.

A través de su página de Facebook denunciaron que agentes de la Border Patrol no sólo obstaculizan e interfiere con su labor, sino que también realizan actos de crueldad al inutilizar los artículos que están ahí para los migrantes.

En el informe “Interferencia a la Ayuda Humanitaria. Muerte y Desaparición en la Frontera de los EU con México”, la organización “No More Deaths” subraya que los agentes fronterizos estadunidenses “cortan, pisotean, golpean, vierten y confiscan” los recipientes con agua que sus voluntarios dejan a lo largo de las rutas del desierto.

En el video se ve a una mujer, agente de la Border Patrol, pateando y con ello vaciando de agua una decena de garrafones de agua. En el mismo video un agente con el uniforme verde de esa corporación fronteriza vacía una veintena de garrafones.

Dentro del citado informe “No More Deaths” señala que del 2012 al 2015 han distribuido a lo largo del desierto entre México y Estados Unidos alrededor de 31 mil 558 galones de agua en los senderos de migración. Sólo el 86 por ciento de esta agua fue utilizada por los migrantes, el resto, es decir un 14 por ciento, fue destruida, regada.

Se añade que en el mismo lapso, es decir del 2012 al 2015, al menos 3 mil 586 galones de agua fueron destruidos en un corredor del desierto de aproximadamente 800 millas cuadradas cerca de Arivaca, Arizona.

La organización humanitaria no sólo auxilia a los migrantes con agua. También dejan en zonas estratégicas por donde cruzan los mexicanos y centroamericanos, cobijas y alimentos no perecederos.

Cruzar por el desierto de Arizona, entrando por Nogales, Sonora u otras poblaciones mexicanas para tratar de llegar a Tucson es una travesía a pie que puede durar hasta tres o cuatro días. Muchos de los migrantes que cruzan por ahí mueren de sed, frío, insolación, por picaduras de insectos o mordeduras de serpientes.

Más de 1,000 migrantes han fallecido en la frontera entre México y Estados Unidos, o en sus alrededores, entre el 2014 y el 2016, de acuerdo con el Proyecto Migrantes Desaparecidos. El Forense de Pima y la Colibrí Center exponen que desde el año 1998, más de 7 mil 500 personas han muerto cruzando la frontera. Muchos de ellos de insolación, de sed.

“La práctica de destrucción e interferencia a la ayuda no es la conducta desviada de unos cuantos agentes malintencionados de la Patrulla Fronteriza; es una característica del sistema de las prácticas de imposición en los territorios fronterizos y una extensión lógica de la estrategia más amplia de ‘Prevención a Través de la Disuasión”, advierte “No More Deaths”.

La Border Patrol, conformada por más de 16 mil 500 agentes, respaldaron durante la campaña presidencial del 2016 al actual presidente Donald Trump, quien prometió reforzar la vigilancia fronteriza y fortalecer a esta institución.

Analistas y académicos estadunidense afirman que no es ningún secreto el respaldo a las políticas antinmigrantes por parte de la también conocida Patrulla Fronteriza, debido a su origen texano y a sus nexos con grupos de ultraderecha y supremacistas, incluidos personajes como el ex alcalde de Maricopa, Joe Arpaio.

“Necesitamos una persona en la Casa Blanca que no le tenga miedo a la prensa, que no sea políticamente correcto, que no necesite dinero, que esté familiarizado con el éxito, que no tema a otros líderes, que esté en favor del ejército y la procuración de justicia. Donald Trump es esa persona”, indicó en un comunicado la Border Patrol en plena campaña presidencial.

En esos días y como acostumbra, es decir a través de su cuenta de Twitter, Trump festejó el histórico respaldo y destacó la coincidencia respecto a la “amenaza” que representa la frontera con México.

La investigadora y directora del Instituto Binacional de Inmigración de la Universidad de Arizona, Raquel Rubio-Goldsmith, dijo a The Éxodo que esta postura de la Border Patrol no es ninguna sorpresa ya que por años han actuado de forma racista y antimexicana los agentes de esta policía estadunidense que detienen a personas en Arizona, Texas y otros estados sólo por el color de su piel.

“Mucha de la gente que vino a quedar en Arizona, que se vino a establecer aquí, gente blanca, era gente que venía de Texas. Cuando la Patrulla Fronteriza se estableció en 1924 fue cuando estaban

dejando ir a muchos elementos de los llamados Ranger de Texas que odiaban a los mexicanos. Hay una historia de un odio racial tremendo ahí. Y esos se vinieron a trabajar aquí con Border”.

María Dolores París Pombo, investigadora del Colegio de la Frontera Norte, expone en un estudio el incremento de la infraestructura de seguridad por parte de Estados Unidos para frenar a los migrantes y obligarlos a buscar rutas en medio del desierto y montañas o ríos que son una trampa mortal, lo cual ha derivado en un aumento de decesos.

Se añade que en el lado estadounidense, el gobierno ha edificado largos tramos de muro que suman actualmente 651 millas, de los cuales en zona urbanas como San Diego o El Paso el muro fronterizo lo conforman tres vallas: una de acero corrugado, otra de elevadas columnas, la tercera de láminas coronadas por alambre de púas.

Sumado a ello existen 33 sistemas de vigilancia por video, detectores de movimientos y sonido a lo largo de prácticamente toda la frontera con México, desde Playas de Tijuana como los llamados “moscos” o helicópteros hasta Reynosa, con el apoyo de 9 aviones no tripulados.

La investigación del Colegio de la Frontera Norte, indica que de 2003 a la fecha, la Patrulla Fronteriza ha duplicado el número de agentes y actualmente existen 21 mil 400 efectivos, incluido la Border Patrol y otras agencias, de los que el 85 por ciento están desplegados en la frontera con México, ello sin contar otros cientos o miles de agentes de instancias como el FBI y del Departamento de Defensa y del Departamento de justicia (DHS). www.theexodo.com

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